Jeff Buckley - Grace

Jeff Buckley, hijo del célebre Tim Buckey, fue uno de los más grandes artistas que han pisado la tierra. Una voz excepcional y hermosa, un talento a la hora de entregarse a los versos, la sensibilidad misma hecha canción. Una de las más grandes pérdidas tempranas que ha sufrido la música popular.

Nace en california, no obstante nunca tuvo mucho contacto con su padre, pues éste murio cuando él era niño. Se crió con su madre y su padrastro, tomando el nombre de este último, pero cuando descubre quién fue su verdadero progenitor decide conservar el apellido Buckley. Desde pequeño estuvo vinculado a la música, tocando en diversas bandas, pero sólo como guitarrista, puesto que aún nadie, ni siquiera el, descubrían su maravillosa voz, la que debuta en un concierto tributo a su padre, en el que deja impresionado al público. Desde ese entonces comienza su carrera como músico tocando en diversos bares de la región, ganándose el sustento de esa manera y la una experiencia que mucho valoraría. Es en esas andanzas cuando lo descubre un productor de Columbia y da el inicio a su carrera profesional, no obstante, la relación con dicho sello será tensa durante su corta trayectoria, razón por la cual Jeff buscará diversos métodos de liberarse de las tensiones de la compañía discográfica.


En 1994 aparece lo que sería su obra maestra: "Grace", producida por él mismo y la colaboración de Andy Wallace, el destacado hombre tras "Nevermind" de Nirvana. Un increíble disco de diez canciones, lleno de poesía interpretada por su sensual, triste y apasionada voz, con composiciones grandiosas como "Grace", "Mojo Pin", "Lover, You Should've Come Over" y un hermoso cover de la canción "Hallelujah" de Leonard Cohen.

Luego vendrá un extenso tiempo de giras mundiales, no sólo a nivel de artista internacional, sino que lo hace bajo diversos seudónimos en pequeños locales, tratando de recuperar su vida de artista anónimo, esas experiencias de vida que tanto lo enriquecían y que con la masificación de su obra habría perdido. Es es aquella época cuando graba el legendario concierto en el Olympia de París, el que considerará el mejor de su vida.

En 1997 empieza los preparativos para lo que sería su próximo álbum de estudio: "My sweetheart the drunk", en Memphis, y es ahí donde ocurriría su misteriosa muerte. Hay varias teorías, como por ejemplo un suicidio (pues había declarado a sus amigos la noche anterior a su muerte que sufría un trastorno bipolar), una caída o simplemente que se hubiera ahogado, llevado por la corriente. La versión oficial dice que estaba nadando con ropa y sus zapatos con punta de fierro en el río Wolf (una parte del Mississippi) escuchando "Whole Lotta Love" de Led Zeppelin mientras el roadie de su banda estaba en la orilla, quien en un momento se da vuelta a mover unas guitarras que estaban cerca del agua y subirle el volumen a la música, y al mirar nuevamente al río vio que Jeff había desaparecido. Tres días después su cuerpo fue encontrado en el río por un turista y fue trasladado a tierra, el que fue reconocido como el de Buckley por el singular piercing que tenía en el ombligo.


Lamentable. Una dolorosa pérdida de uno de los artistas con más futuro en la música. Hasta el día de hoy es aclamado de manera póstuma, pues talentos como Jeff Buckley sólo aparecen pocas veces en la historia.


Sólo queda escuchar su maravillosa obra, y qué mejor que con "Grace".


Mire esta maravillosa y emotiva versión de "Hallelujah"

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